De niña pensaba que mi papá era mago. Cuando los demás me preguntaban a qué se dedicaban mis padres, y yo les contestaba, siempre me miraban con los ojos muy abiertos. “¿Un mago? ¡Vaya! ¿En serio?” Siempre la misma reacción, y después de cierto punto uno lo acepta: la vida siempre sería así si tu papá fuera un mago de verdad…
Pero fíjense, ustedes ya saben el título de este articulo, ‘¿Cómo es tener un papá músico?’. También, deben saber que yo pasaba una niñez anglófona y equivocada. Qué pena es el ingles ¿verdad? La palabra “magician” es igualita a “musician” (sí se parece! Bueno, si eres una jovencita ceceante como era yo). Mejor dicho: aunque mi papá siempre iba con un as bajo la manga y decia cosas como “tranquilo, todo forma parte del show”; él no era mago. Para nada. Era músico. Es más, su único poder mágico era moler a palos a los tambores.
Hace un rato ya que me di cuenta qué privilegio es tener un papá mago músico. Desde niña tenía no uno, sino dos teclados, en los cuales podía practicar. Otro privilegio: sin importar el cuarto que yo estuviera practicado con el teclado , mis acordes se encontraban con la incorpórea voz del propio Señor Metrónomo. “Estás equivocada, Sofi” ya me informa cortésmente desde el salón.
Y de repente se pone a gritar el ritmo ‘correcto’ a través de la pared. Ya me está cantando sin levantarse de su posición favorita en la butaca: “Ca-cu-tu-fa-cu-tu-cu-tu-fa-fa-cu-tu-cu-pla-cu-pla.”
Cualquier persona pensaría que el Señor Metrónomo hablaba en lenguas- pero a pesar de su cadencia mística y su ritmo intuitivo, se lo juro que no. Como he dicho antes, él no poseía ningún poder sobrenatural.
Tenemos un acuerdo, él y yo. Yo corrijo mi descarga despreocupada para que sea más ‘sabrosa.’ Y él me contesta con otro grito, “Eso sí es, mi hija, ¡eso sí es!” antes de volver tranquilo a su partido de fútbol.
Hasta ahora nunca he pensado en cuestionar sus métodos. ¿Cómo, por ejemplo, un timbalero veterano (con esto quiero decir medio-sordo: sesenta años tocando los tambores se asegura de eso), cómo un un timbalero veterano puede oír mis tumbaos? ¡Sin importar su ubicación!
Me gustaría pensar que estoy haciendo mi parte, como hija suya. He heredado su oído, pero también su teatralidad. Como él, sé cómo montar un espectáculo. También tengo mis propios trucos de magia. El debe estar muy orgulloso de mí. Los fines de semana mis amigas y yo lanzamos hechizos a la luz de la luna llena.
3 thoughts on “¿Cómo es tener un papá músico?”
Otro excelente artículo, señorita pla-cu-tu-cu-pla!
Otro excelente artículo, señorita pla-cu-tu-cu-pla!
Encantadora Sofi! Me hizo reír! Cuántas ganas de escuchar esos ritmos ‘sabrosos’ en vivo. Cuando será que volveremos a lo ‘normal’?
graciassss debraa …. ***la nueva normalidad ehhh???
saludos <3